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Guaaa! jaa! jaaa!

Pa’ que sepan qué camión tomar cuando los manden a la …

 

 

Foto de Ground Control

 

 

 

Wow! En el blog de Xabier (osease, el morrocotongo), me topé con este proyecto que verdaderamente está de huevos!. Se trata de Bookcrossing (y además hay una versión mexicana acá). Si les gusta la onda de la leída les va a encantar, estoy segura. ¿De qué se trata? Pues bueno, toman un libro que les guste y lo registran en la página, en la parte de atrás de la carátula ponen el ID con el que quedó registrado y el sitio y/o una pequeña explicación del proyecto o lo que quieran así y luego lo liberan: LO DEJAN DONDE SE LES ANTOJE! Así, otra persona lo encontrará y pus lo lee o si no le gusta, pus no y registra que no se le antojó y lo vuelve a liberar. En el sitio pueden rastrear el libro y ver por dónde anda!!

Apoco no está de poca madre?!

Pues bueno, yo soy rete envidiosa con mis libros (los quiero los quiero los quiero!!!), pero de verdad que sí puedo comprar uno de los que me gustan mucho una vez más para ponerlo a rolar y seguro pronto lo haré. Pongan sus libros a rolar! Estaría chido encontrárme uno por ahí!

 

 

 

 

La buena vibra compartida!

 

 

 

¿Quieren saber cuánto valen sus blogs? Pues bien, basados en un estudio de Tristan Louis (de la compra de AOL de Weblogs Inc.), Business Opportunities les ayuda a hacer el cálculo. Nomás entren en la liga y pongan la dirección de su blog. Estaría bueno que nos dieran esa lanita de a devis, no?? jaja.

 

 

Pase usté a ver en cuánto se valúa su bló

 

 

 

 

La buena vibra curiosa

Ps, gracias morro por el link.

 

 

Para todas aquellas personas:

1. Que disfruten ser golpeadoras

2. Estresadas

3. Aburridas y/u

4. Ociosas

Denle duro!!

 

la buena vibra

 

 

 

 

Cuando era niño vivía en una vecindad en la Guerrero. Su mamá les compraba ropa varias tallas más grandes para que les durara años (de hecho, ya de adulto, le quedaba su short del uniforme de deportes de la secundaria). Un mecate a veces lacía de cinturón (qué buena foto). En la esquina había un local que tenía una rockola adentro (desas de a devis, de las de antes). Él corría a poner una canción y a cantársela a su mamá desde la esquina; LA canción. Ella obviamente no lo escuchaba, pero sabía que lo estaba haciendo y sonreía. Horas antes de morir, cuando decidió desconectarse del mundo y pasar sus últimos momentos sólo estando (y observando y escuchando, estoy segura), él llegó y se sentó frente a ella y le cantó. Ella, por un breve instante, decidió regresar al mundo y voltear a verlo directamente a los ojos, sus ojos (ella) estaban llenos de lágrimas que no querían salir. Hoy él se desconecta del mundo a ratos; ella ya no está.

A vivir la vida y a guardar recuerdos. Lindas historias unas, no tan lindas historias otras. Historias al fin y al cabo, polaroids musicalizadas. Soy fan.

La buena vibra, click!, a la polaroid

…llena de música

 

 

Hubo una breve etapa de mi vida en la que me movía en transporte escolar – creo que era una combi. La señora que pasaba por nosotros y nos regresaba a nuestras casonas nos regalaba estampitas. Me acuerdo que tenía la bellísima costumbre de expresión artística de llegar a pegarlas – no en mi lonchera, ni en mis cuadernos, ni en mi mochila, ni nada así – en la puerta de la cocina (de madera y de esas que rechinan cui cui), situación que seguramente le encantaba a la jefa. Obviamente, dada mi estatura (que de por sí ahora no es así como que enorme) en el kínder o preprimaria (o por ahí) la puerta estaba bellamente decorada con estampitas en filita india con nada de simetría, jaja. Me acuerdo mucho de una de una tortuguita que se parecía mucho a esta (como más caricaturizada, pero así era la ondita).

Cuando tuve mi clase abierta de prepri la jefa fue a verme. Por el video (beta, jaja) me doy cuenta de que se moría de un dolor de cabeza impresionante y aun así se chutó a todos los escuincles leyendo cosas en inglés, cantando y madres así. Cuando me preguntaron cómo se llamaba mi mamá, lo único que pasó por mi cabeza fue “mami”. Maldita la maldición, a los 5 años no me sabía el nombre de mi jefa. Sacrosanta solución: llegué y lo tatué (porque no fue pintado, fue rayadooote) de por vida en la puerta de mi clóset, completititito (a la misma simétrica altura que la de la cocina, ja). Cuando la jefa me preguntaba su nombre, corría a mi cuarto a verlo y regresaba a decírselo (creo, eso de la memoria no es mi fuerte, pero era más o menos algo así).

Ahora pensaba que antes todo era así nomás, fácil y lindo (con sus momentos angustiantes también) y a veces se nos olvida que todo puede ser así, flúido (así, con acento en la u). Está padre vivir los momentos, no debrayar y disfrutar de la espontaneidad, sin echarle tanto coco a las cosas. Últimamente la he gozado padre. Las cosas de a-de-veras sólo son así, sin limitaciones ni condiciones. Eso de los givers es la onda, aunque siempre tiene que existir una contraparte taker. Ahora intento ya no cuestionar, sino escuchar, ver, percibir, tratar de sacar lo chido y lo no tanto, tomar lo que se-me-antoje y dejar ser. La vida sigue fluyendo, aunque nosotros no lo hagamos, y puede llegar el día en el que ni siquiera nos acordemos de nuestro cumpleaños (wow! De niños los cumples eran la pura ondita ¿no? – creo que era por los regalitos, jaja)

Ninguna de las dos puertas existe ya, después de unos años la jefa decidió que era momento de dejar esas expresiones artísticas fuera (y hacer que la canija casita se viera más bonita, jaja).

¿Qué por qué me acordé de todo esto? No tengo la más remota idea, pero esa tortuguita estaba poca madre, jaja!

 

La buena vibra, sin cuestionamientos ni condiciones, asi nomás.

 

 

Ayer, en la entrega de los Arieles en Bellas Artes hubo muchas cosas que me tuvieron con los ojos abiertos (hacia el escenario y hacia la gente que andaba por ahí). La mayoría de los presentadores-entregadores de la estatuita esta lechaban medio-que emoción a la anunciada del ganador, pero cuando le tocó a Monsiváis entregar a la mejor peli iberoamericana — Equis-equis- i griega o ye, dijo, jaja— (y si no lo vieron, voy a confiar en su imaginación pa’ agarrarle la onda a por qué mizo reir tanto) hizo una breve interrupción:

 

“Mi voz nació sin entusiasmo, les pido que ustedes la reemplacen”

 

Guaaaa jaa jaaa, mencantó de verdad!

Para mi, la frase de la noche.

Pero bueno, chistosas estas experiencias de andar en estos chous y estas fiestas.

 

 

 

 

 

La buena vibra sin entusiasmo, jaja.

 

 

 

Pues gracias H!. Soy la más más más más feliz (aunque podría serlo aún más con una de a devis, pero mientras, esta funciona rete bien!) – aparte, contesta puras cosas padres. Soy fan!

 

Pásenle Pásenle! Pregúntenle a la Bola 8 mágica!

 

 

 

 

Quiero una – quiero una – quiero una!!!
aaaanda, si? si? si?
pooor faaa!

 

 

 

 

me cae que sí siempre he querido una

 

 

 

Cuando era una pequeña canijilla transparente con piernas de popote (osease, hace hartos años), el baño questá cerquitas de los cuartos no servía: si abrías la regadera, la sala escurría (el agua escurría entre las paredes despejos como en las películas de miedo – bueno, casi). Entooonces, uno se tenía que bañar en el baño questá en el piso de arriba. Me daba mucho miedo! No, ni madres, solita no subía; y cuando subía, daba pasitos lentos hasta quealcanzaba a ver lo que había en el piso y corría a prender la luz más cercana. Era tan impresionante que siempre mandaban al bro a acompañarme; era sólo cuestión de quedarse sentaditos en la taza en lo que yo mi bañaba (situación que no le gustaba mucho, maldito – siempre que yastaba adentro amenazaba con dejarme sola) Si alguna vez osaba dejarme – yo nomás le gritaba a la jefa y salía por patas corriendo casi que con los ojos cerrados. Lo bueno es quiora ya sirve el baño que está a tres pasos del cuarto (uuf!). ¿Por qué medaba miedo? No lo se y creo questá rete difícil acordarme.

Después de tantos días de rock, por supuesto ayer me costó muchísimo trabajo dormir y pus prendí la tele y me topé con una que cuando la vi en el cine salí pensando que wakala de película chafa, pero estuvo re chistoso que, cuando terminó, nomás pudesconderme en las sábanas en la oscuridad pensando justamente en lo chafa questá – pero sí, me escondí hasta que me quedé dormida.

Soy super fan de las pelis de terror y de las de suspenso. Qué chistoso. Pinche baño obscuro, en el piso obscuro, solito solito. jaja. Me gusta el miedo. Es intenso.

 

 

foto de aquí

Booena vibra! (dah! jajaja)