Cuando eres una persona que disfruta la intensidad y los riesgos es difícil ponerte límites. Uno vive en esa delgada línea en la que cualquier paso en falso podría ser peligroso. Las consciencia, la responsabilidad, la madurez y todas esas ‘las’ a veces son buenas directrices, pero también pueden ser fuertes frenos. Me cuesta mucho trabajo distinguir los riesgos, la responsabilidad y la aventura de vivir y encontrar justo ese punto en el que vives, sientes la intensidad, haces el bien y lo que está bien, piensas en los demás y disfrutas (¿apoco no suena como algo muy difícil de lograr?).

Hoy decido (mientras dure) quitarme el freno del “deber ser” y regalarme un rato de “ser”, se vale equivocarse, ¿o no?

¿Riesgoso? Sí, total. ¡Intenso! Amo la intensidad.

 

Intensa buena vibra para todos. A veces está padre darse chance de vivir. Cling.